jueves, 1 de abril de 2010








Fractura de tibia y peroné

Puede producirse en uno solo de los huesos, tibia o peroné o bien en ambos. Tiene lugar como consecuencia de un impacto directo sobre la pierna, por ejemplo en el fútbol o a causa de una caída. No obstante, no es necesario un golpe violento para que se produzca la fractura ósea, puede bastar un pequeño choque o un movimiento incorrecto. La repetición de contracciones de los músculos de la pierna puede ser suficiente para provocar la lesión (fractura por estrés).

Tratamiento

El tratamiento de la fractura suele variar en función de si existe un desplazamiento de los huesos o no. Aunque el periodo de inactividad suele ser similar, los casos en los que la tibia o el peroné cambian de posición requieren una intervención quirúrgica en la que se colocan unos clavos o placas metálicas para estabilizar la fractura. Si no hay desplazamiento se sigue un tratamiento conservador consistente únicamente en la inmovilización de la pierna con una escayola. Si se trata de una fractura doble, el tratamiento es el mismo. Luego el deportista lesionado debe empezar la rehabilitación en gimnasio para aumentar la movilidad en el tobillo y la rodilla y ganar fuerza muscular en la zona afectada.

Indicaciones del clavo intramedular A O bloqueado no rimado:

1-Fracturas simples (Transversales, oblicuas cortas, oblicuas largas y espiroideas) que se encuentran por debajo de 7,5 cm de la tuberosidad anterior de la tibia y 7,5 cm por encima de la interlínea articular del tobillo.

2-Fracturas complejas: Conminutas a nivel del tercio medio de la tibia y segmentarias por debajo de 7,5 cm de la tuberosidad anterior de la tibia y 7,5 cm por encima de la interlínea articular del tobillo.

3-Fractura expuesta grado I, II, III A y III B.

4-Pérdida de la reducción por otros métodos ya sean conservadores ó quirúrgicos.

5-Retardo de consolidación y pseudoartrosis .

6-Como tratamiento definitivo después del uso de otros métodos de urgencia provisionales.

7-Fracturas de tibia y peroné bilaterales y en pacientes politraumatizados que necesitan ser movilizados.



Ventajas del Clavo intramedular A O bloqueado no rimado:

1-Permite función inmediata.

2-Mantiene la estabilidad axial y rotacional evitando la incurvación de la tibia.

3-Permite una consolidación más precoz que con otros métodos quirúrgicos.

4-No es necesario el uso de yeso.

5-Permite realizar una fijación estático- dinámica en dos planos (anteroposterior y lateral)

6-El índice de complicaciones (sepsis, retardo de consolidación, pseudoartrosis y consolidación viciosa) es menor que con el uso de otros métodos quirúrgicos.

7-Disminuye la estadía hospitalaria de los pacientes.

8-Permite una incorporación laboral y social más rápida.

9-No es necesario rimar el canal medular, por tanto no daña la circulación intramedular y el riesgo de embolismo graso es menor.

10-Amplia el rango de indicaciones del clavo intramedular A O bloqueado no rimado.

11- Es un método estético.

12-En las fracturas expuestas grado 3a y 3b permite una mayor amplitud de posibilidades para realizar colgajos rotacionales musculares e injertos de piel que con otros métodos de fijación ya sean internos o externos.